Esta foto es... mágica.
Comprueba que, cada vez que necesites aliviar tensiones, no tienes nada más que avanzar visualmente por el camino que te muestro y perderte en este bosque de pinos. Tú y la naturaleza, la naturaleza y tú, olvida el resto.
Acabarás escuchando el murmullo del arroyo que corre muy cerca, el pájaro carpintero que se afana en terminar su refugio para el invierno, el sonido lejano de alguna rama seca al desprenderse de su árbol y caer al suelo, e incluso podrás cruzar tu vista con la de algún corzo de rabillo blanco, que te observa con curiosidad y temor. No tienes que hacer nada más, solamente pararte y... sentir.
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Alfonso